Acapulco (México).- Sesenta y un cadáveres
fueron hallados en un crematorio privado abandonado en Acapulco, en
Guerrero, el mismo estado mexicano donde en septiembre pasado
desaparecieron 43 estudiantes, informaron hoy fuentes de la fiscalía
estatal.
El hallazgo de los cuerpos fue posible por una llamada
de los vecinos a las autoridades, que se aproximaron al crematorio,
situado en la carretera Cayaco-Puerto Marqués, cerca de la zona
residencial Diamante, y ya retiraron los restos humanos en vehículos del
Servicio Médico Forense, como pudo constatar Efe en el lugar.
Según
las fuentes, el olor fétido producido por los cuerpos llamó la atención
de los vecinos de esa zona, que el jueves llamaron por teléfono a las
autoridades para alertar, pues según ellos el recinto, llamado
Cremaciones El Pacífico, estaba abandonado desde hacía un año.
Hasta
el crematorio se acercaron integrantes de las policías federal, estatal
y ministerial, así como de la gendarmería, que acordonaron el área.
Alrededor
de la 01.30 de este viernes (07.30 GMT) terminaron de sacar los
cadáveres en camilla y de trasladarlos tapados con sábanas blancas al
instituto forense local, de acuerdo a lo que pudo constatar Efe allí.
Las
fuentes anticiparon que al parecer uno de los cuerpos corresponde al de
un menor de edad y ninguno estaba mutilado. Además, los cadáveres
tenían cal encima para evitar el mal olor y ninguno había sido cremado.
El
fiscal de Guerrero, Miguel Ángel Godínez, confirmó a Radio Fórmula el
hallazgo de los cadáveres y señaló que los servicios periciales están
trabajando "para determinar si los cuerpos son de hombres, mujeres o
niños".
"Hasta el momento llevamos 61", apuntó el funcionario, que no descartó la posibilidad de que "surgiera otro hallazgo".
Además,
reveló que en el inmueble encontraron documentos que les permitirán
abrir varias líneas de investigación, y señaló que en las próximas horas
la procuraduría emitirá un comunicado para informar con mayor
"precisión" sobre el hallazgo.
El estado de Guerrero es uno de
los más pobres, con mayor presencia del crimen organizado y mayor
conflictividad social de México.
A unos 200 kilómetros de
Acapulco se encuentra Iguala, el municipio en el que el pasado 26 de
septiembre desaparecieron 43 estudiantes de la Escuela Normal (de
magisterio) de Ayotzinapa tras ser atacados por policías locales
corruptos que los entregaron al cártel de Guerreros Unidos.
Según
el testimonio de algunos de los criminales detenidos desde entonces por
este caso, los jóvenes fueron asesinados y sus cuerpos quemados en un
vertedero de la población vecina de Colula.
Este jueves la
Autopista del Sol, que une Acapulco con la capital mexicana, fue
escenario de una manifestación de miles de personas para reclamar la
aparición con vida de los alumnos de la Escuela Normal de Ayotzinapa y
exigir la salida del Ejército del estado de Guerrero.
La marcha,
que obstaculizó por varias horas el tránsito por uno de los carriles de
la vía, fue liderada por los padres de los jóvenes desaparecidos.
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