SANTO DOMINGO. El
Grupo Popular informa el fallecimiento, en la tarde de ayer, del
banquero Pedro A. Rodríguez Echavarría, quien formó parte del grupo
inicial de funcionarios que dieron origen al Banco Popular Dominicano en
1963, del que fue presidente en el período 1989-1990.
En la
actualidad era Consejero Emérito de Grupo Popular y del Banco Popular
Dominicano y el deceso, acaecido en la ciudad de Santo Domingo, Distrito
Nacional se produjo a consecuencia de una enfermedad que lo aquejó
durante el último año, conforme una nota informativa de la institución
bancaria.
Sus restos serán velados en la Funeraria Blandino de la
Avenida Abraham Lincoln desde las 5:00 tarde de mañana sábado y
recibirán cristiana sepultura el domingo a las 4:00 de la tarde, en el
Parque Cementerio Puerta del Cielo.
Rodríguez nació en Puerto
Plata el 3 de enero de 1928. Fue un referente del sector financiero
dominicano, al que dedicó más de 65 años.
Desde los inicios del Popular estuvo vinculado a la
organización financiera, donde comenzó fungiendo en esos primeros años
como gerente de la oficina principal. Entró a la institución de la mano
de su fundador y primer presidente, Alejandro E. Grullón E. Fue
vicepresidente ejecutivo, tanto del Banco Popular como del Grupo Popular
y presidente del Banco Hipotecario Popular y director vicepresidente
del Banco Popular Dominicano (Panamá), S. A. En 1989 accedió a la
presidencia del Banco Popular hasta 1990.
Además, fue miembro de
los Consejos de Administración del banco y de su casa matriz, así como
de algunos de sus principales comités de trabajo. Presidió la Asociación
de Bancos Comerciales de la República Dominicana, Inc. (ABA), entre los
años 1986 y 1989.
Al cumplir 85 años, los consejos de
Administración del Grupo Popular y del Banco Popular lo designaron en
2012 como Consejero Emérito de ambas organizaciones, siendo este el más
alto honor que conceden a sus consejeros. Dicho nombramiento fue
ratificado en las asambleas de accionistas de 2013.
A Rodríguez
se le considera un ejemplo de ética profesional en el negocio bancario y
propulsor de un modelo de respeto a la integridad del usuario de los
servicios financieros. Le sobreviven su esposa Fedra Matos, tres hijos y
ocho nietos.
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