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Cómo perder la virginidad sin dolor.
Perder la virginidad es un tema que preocupa y asusta a las chicas
jóvenes, causando ansiedad y miedo. Hay muchos mitos sobre ello. Un buen
conocimiento sobre la anatomía y las funciones corporales son
esenciales, además de algo de práctica antes de “el gran día”, para
poder perder la virginidad de una manera indolora.
La falsa idea del himen. Mucha gente piensa que el himen es un
trozo de carne que debe romperse, causar dolor y sangrar en la primera
relación. Eso es un mito. El himen es una membrana que cubre la entrada a
la vagina. El himen puede haberse roto si la chica ha practicado algún
deporte o por insertar un tampón. El himen tiene un agujero por donde
pasa la menstruación, y aunque no se haya roto, se habrá estirado lo
suficiente como para que no cause dolor. Se puede sentir un ligero dolor
y que sangre un poco, o nada en absoluto. ¿Por qué duele? En la mayoría
de los casos se debe a que los músculos están tensos por los nervios y
causen incomodidad. El mito de que tu primera vez será dolorosa causa
que tus músculos se tensen de los nervios y eso se cumpla. Lo más
importante es que estés segura para dar ese paso. Recuerda que iniciar
una relación de este tipo con tu pareja cambiará las cosas. Si no
quieres, siempre puedes decir que no.
Método 1 de 2: Antes de Tener Sexo
1
Visita una farmacia. Comprar algunas cosas por adelantado puede ayudarte a hacer tu experiencia un poco más sencilla. Considera comprar:
Condones, los cuales previenen el embarazo y a la vez detienen el
contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS). Incluso si tomas
píldoras anticonceptivas y confías en tu pareja, usar un condón puede
eliminar cualquier duda que pueda ponerte ansiosa en el momento. Para tu
primera vez no te preocupes por elegir y comprar alguno con textura o
de edición especial, sólo busca la versión más simple que puedas
encontrar.
Lubricante, es una de las mejores cosas que puedes comprar después
de los condones porque reducirá mucho el dolor y prevendrá el
rompimiento vaginal. Si usas condones de látex (como la mayoría de las
personas) no uses un lubricante con base de aceite porque puede romper
el condón, en lugar de eso puedes optar por un lubricante con base de
silicón o agua.
Habla con tu pareja sobre aquello que te preocupe. Tener sexo con
alguien en quien confías puede hacer que tu primera vez sea mucho menos
tensa. Tu pareja debe considerar tus sentimientos, asegurarse de que
tengas una buena experiencia, y estar dispuesto a ayudarte en el
proceso. Si él o ella te presiona demasiado o si no parece estar muy
preocupado en cómo este acto puede afectarte, tal vez es mejor pensarlo
dos veces.
2
Conoce qué es tu himen.
El himen es una membrana delgada que cubre parcialmente la abertura
vaginal y con la cual nacen la mayoría de las chicas. A medida que pasa
el tiempo, esta membrana comienza a desgastarse debido a una variedad de
actividades como practicar deporte, usar tampones, tener la
menstruación e incluso algunos movimientos rutinarios. Esto es lo que
necesitas saber en relación a perder tu virginidad:
Probablemente tengas un himen reducido. Si eres adolescente existe
la probabilidad de que para este momento solamente quede parte de tu
himen, lo cual es normal, particularmente si ya haz empezado a tener tu
periodo. Si quieres investigar más sobre esto, es posible que puedas ver
tu himen fácilmente con la ayuda de una linterna y un espejo pequeño.
Si sangras, no debería ser mucho. Cualquier sangramiento que
experimentes después de perder tu virginidad no debería compararse con
tener el periodo. En vez eso, deberían ser solamente ligeras manchas por
pocas horas. Algunas chicas no sangran en lo absoluto.
3
Romper tu himen no tiene por qué ser abrumadoramente doloroso.
Si experimentas algún dolor durante tu primera vez, es probable que sea
porque no estás acostumbrada a la sensación de penetración y estás
contrayendo tus músculos y no porque tu himen tenga terminaciones
nerviosas (en realidad no las tiene). Lo bueno es que, aunque no puedes
controlar el rompimiento de tu himen, puedes controlar qué tan relajada
estás.
4
Familiarízate con el ángulo de tu cuerpo.
Si puedes ayudar a tu compañero a deslizarse dentro de ti en el ángulo
correcto, evitarás movimientos torpes que puedan causarte dolor. La
mayoría de las chicas no son de ángulo recto y hacia abajo, sino que
éste se inclina hacia atrás en dirección a su columna o hacia delante en
dirección a su ombligo (ambas ángulos son normales)
Si usualmente usas tampones entonces tienes una ventaja. Detalla la
forma en que insertas el tampón y trata de recrear el mismo ángulo
cuando comiences a tener sexo con penetración.
Si no usas tampones y nunca has experimentado alguna clase de
penetración vaginal, probablemente sea una buena idea averiguarlo antes
de tener sexo. Intenta usar tampones en tu próximo periodo o inserta un
dedo la próxima vez que tomes una ducha. Dirígete hacia tu espalda baja,
si no te sientes cómoda muévete ligeramente hacia adelante hasta que
encuentres un punto que sea agradable.
Trata de sentirte cómoda con tu sexualidad. La mayoría le teme a lo
desconocido, y es más probable sentirse ansiosa si no sabes que esperar.
Sentirte tensa y nerviosa puede perjudicar tu experiencia, además de
que puede contraer tus músculos vaginales y hacerte más propensa al
dolor. En lugar de dejar que la ansiedad se apodere de ti, trata de
encontrar varias maneras de relajarte e instrúyete con anterioridad para
que te sientas confiada cuando llegue el momento. Estas son algunas
técnicas que puedes probar:
5
¡Lee! Saber exactamente
qué es lo que va en cada zona, lo que es normal, y lo que puedes
esperar, puede ayudar a reducir mucho la ansiedad que tengas en relación
al tener sexo por primera vez, Paternidad Planeada, MedlinePlus y
Pegándole a lo Seguro son muy buenos lugares para empezar.
Conoce tu cuerpo. Entender tu anatomía puede ayudar a sentirte más
confiada, especialmente si tu pareja también es virgen. Es importante
que sepas lo que te gusta para que puedas comunicárselo a tu pareja y
asegurarte así de que ambos disfruten de una buena experiencia. La
masturbación puede contribuir con esto o puedes simplemente ser
comunicativa mientras experimentas con tu pareja; sea lo que sea que
escojas debes tratar de prestar atención a la forma en que responde tu
cuerpo a los diferentes toques.
Acércate al sexo con una actitud positiva. El momento que elijas
para perder tu virginidad es una decisión personal. Si al pensarlo te
sientes extremadamente culpable y estresada, tal vez es mejor esperar.
Sin embargo, si has decidido que esto es lo que quieres, entonces toma
las medidas para que tu experiencia sea positiva. Enfócate en
convertirlo en un acto que te acerque a tu pareja y que constituya una
oportunidad de crecimiento personal.
Método 2 de 2: Mientras Estas Teniendo Sexo
1
Elige un lugar libre de estrés.
Si el hecho de que te atrapen te preocupa constantemente, es probable
que no puedas divertirte mucho. Escoge una hora y lugar en los que estés
relativamente segura de que no serán molestados, eso puede facilitar
las cosas para ti y tu pareja.
Busca privacidad, una superficie cómoda para recostarse, y una hora
en la que no tengas que preocuparte por el resto de las cosas en tu
agenda.
2
Crea un ambiente tranquilo.
Relájate organizando una atmósfera libre de estrés. Deshazte de
cualquier distractor, apaga tu teléfono, y elimina cualquier otra cosa
que pueda ponerte nerviosa o que pueda evitar que te enfoques en tu
pareja.
Prueba algunos de los trucos que usualmente se ven en los
consultorios médicos, dentales o en los salones de belleza. Baja las
luces, coloca música suave y procura que la habitación se encuentre a
una temperatura cálida, todo esto es útil para hacerte sentir más cómoda
y segura.
Considera tomar primero un tiempo para refrescarte, así podrás
sentirte relajada y cómoda contigo misma. Toma un ducha rápida, usa
alguna crema perfumada, arregla tu cabello, o haz cualquier otra cosa
que te haga sentir linda y confiada.
3
Tómate tu Tiempo.
Intenta pensar en el sexo como un maratón y no una carrera, concéntrate
en disfrutar de tu pareja sin ningún apuro. En lugar de preocuparte por
ir directo al grano, trata de tomar tiempo para aprender qué es lo que
disfrutan tú y tú pareja. Comienza con unos suaves besos, luego con unos
más profundos, y apégate a lo que les parezca más cómodo a ambos.
Una ventaja más de tomarte tu tiempo con estos juegos previos es que
a medida que te excitas más, también aumentará tu lubricación natural,
lo cual a su vez facilitará a tu pareja el entrar sin dolor más
adelante.
4
Comunícate con tu pareja.
Intenta no tener miedo de pedir lo que necesites en el momento (él o
ella debería estar feliz de poder ayudarte). Bajar el paso, moverse
gentilmente, o usar más lubricación son cosas que podrías sugerir para
aliviar el dolor de tu primera vez.
5
Toma algunas medidas de cuidado posteriores (opcional).
Si estás luchando mucho con el dolor o experimentas algún sangrado,
trata de lidiar con esto antes de que se convierta en algo más grave.
Toma algún antibiótico que no necesite prescripción (no tomes aspirinas
si tienes menos de 19 años), limpia la sangre y usa un protector o
toalla sanitaria por algunas horas.
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